
martes, 29 de junio de 2010
jueves, 24 de junio de 2010
La conchuda voy o vengo

Fuma un cigarrillo, lo apaga por la mitad. Para un taxi y, al verlo acerarse, lanza manotazos al aire con el índice extendido, al grito irrisorio de “No, No. No”. Se pasa una hora probándose ropa en un local y abandona la compra en el momento en que la cajera pasa la tarjeta de crédito por la maquinita. Inventa una excusa y sale del negocio. Nunca regresa. No hay mesa de bar que le venga bien, que si la ventana, que si la cercanía con la cocina, que si hay niños alrededor, que aquel gordo me mira con impudicia... Anda embagallada por el bar con la taza de café en la mano, los diarios bajo el brazo y el paso apurado pero muy vacilante a la vez. Va cambiando de mesa, puede llegar a hacerlo hasta 4 veces por tarde.
Si se trata de bodegones o restó, testea la ventilación de restaurantes y se indigna si a pesar de sus previsiones el pelo le queda con olor a fritanga. Ese día ya se lavó la cabeza como todos y lavársela una vez más le presenta un desafío difícil de ganar. Pero, por otro lado, también piensa que deberia hacerse un baño de crema… pero lavarse dos veces la cabeza, no sabe, no, piensa que simplemente no da. Y así, es capaz de cavilar durante medio día.
Si va en su auto, que izquierda o derecha, que por Lavalle o por Perón. Cuando tiene que comprar un regalo para alguna conchuda cumpleañera, recorre las mismas vidrieras decenas de veces, yendo y viniendo por Palermo Viejo, para terminar comprando de apuro una remera lisa en un híper mercado. En el verano nunca sabe bien si playa o sierra, si Uruguay o Brasil, si una quinta en el Gran Buenos Aires, o si dejarse de joder y ahorrar un poco. Con los hombres mantiene una relación tan inestable como el inquietante devenir de su vida. Un día muere por ellos, al siguiente no los soporta y más tarde los pasa a extrañar incluso aunque estén sentados a su lado. Su problema con la toma de decisiones es tan extremo que estuvo 22 meses frecuentando inmobiliarias antes de alquilar su monoambiente de Parque Patricios, un lugar al que desprecia y que asegura haber elegido por "precipitación". Es que, de tanto ir y venir, la conchuda voy o vengo termina pifiándola irremediablemente, presa de sus dudas. Ya lo dijo Dorothy Parker: “Hay cuatro cosas sin las cuales yo hubiera vivido mejor: algunos amores, los chismes, las pecas y las malditas dudas”.
viernes, 18 de junio de 2010
La negadora

viernes, 11 de junio de 2010
Diccionario musical conchudo

Bowie: Lo que una conchuda hubiese deseado ser, de ser hombre.
Frito Páez: Espantoso espécimen masculino lleno de tics que ama rizarse el pelo.
Frito Páez: Espantoso espécimen masculino lleno de tics que ama rizarse el pelo.
Hittoten Hossen: Canción de calidad dudosa y lírica de aristas nazis, considerada unánimemente por la crítica como un hit.
Mccartney: Hombre soso e incluso garca que, sin embargo, posee algún talento que hace que caigamos a sus pies.
Manú Cago: Usa chabo y morral, pero vive en Palermo Soja.
Phsicodarkdelia: Ritmo volado y deprimente que algunas conchudas tararean al son del secador de pelo.
Punk con queso: Comida clásica de domingo a las tres de la tarde, cuando un fin de semana de bolike nos dejó sin provisiones.
Querido: Ese disco que volvemos a escuchar aunque ya sea demasiado. Lo hemos tenido en vinilo, casette, CD y Mp4.
Ramonero: Chabón al que, de entrada, le damos bola por lindo, y huimos al caer en que sólo nos invita a tomar cerveza, nunca se cambia la remera negra y está preparando tres materias que debe del secundario.
Sesentero: Individuo que jura que el rock murió con “El lado oscuro de la luna” el 17 de marzo de 1973.
Siouxsie & the happys: Mujer que recibe con muy buena voluntad a casi cualquier caballero que la invite a algo.
Mccartney: Hombre soso e incluso garca que, sin embargo, posee algún talento que hace que caigamos a sus pies.
Manú Cago: Usa chabo y morral, pero vive en Palermo Soja.
Phsicodarkdelia: Ritmo volado y deprimente que algunas conchudas tararean al son del secador de pelo.
Punk con queso: Comida clásica de domingo a las tres de la tarde, cuando un fin de semana de bolike nos dejó sin provisiones.
Querido: Ese disco que volvemos a escuchar aunque ya sea demasiado. Lo hemos tenido en vinilo, casette, CD y Mp4.
Ramonero: Chabón al que, de entrada, le damos bola por lindo, y huimos al caer en que sólo nos invita a tomar cerveza, nunca se cambia la remera negra y está preparando tres materias que debe del secundario.
Sesentero: Individuo que jura que el rock murió con “El lado oscuro de la luna” el 17 de marzo de 1973.
Siouxsie & the happys: Mujer que recibe con muy buena voluntad a casi cualquier caballero que la invite a algo.
The Style Council: Dícese de cualquier banda de la que no es posible recordar ni una melodía por su futilidad y falta de onda.
ZZ No: Antro céntrico que ya no existe pero que abundó en los 90´s. Suena, más que nada, heavy metal. Las bebidas que se expenden en la barra están rebajadas y vienen en vaso de plástico.
lunes, 7 de junio de 2010
La conchuda retrospectiva

jueves, 3 de junio de 2010
La conchuda jergera

Suscribirse a:
Entradas (Atom)