sábado, 31 de julio de 2010
Bajezas y autojustificaciones conchudas
martes, 27 de julio de 2010
La Peter Pan ñoño nerd
viernes, 23 de julio de 2010
La conchuda Doris Day
viernes, 16 de julio de 2010
Diccionario conchudo sobre dulces (sin orden alfabético exacto)
Dulce de leche: Orgullo nacional.
Ferrero Rocher: Exquisitos bombones de Nutella y avellana que, sin embargo, sirven de excusa para dejar de ver al tipo que nos los trajo de regalo con cara de campeón.
Oreos: Ícono yanky. Muchas conchudas las consumen de puro vicio, pero convencidas de que las nativas "Melbas" o "Rumbas" son admirablemente superiores.
Fizz: Los mejores caramelos que se hicieron nunca jamás. Excepto los de sabor naranja.
Manón: galletitas que hacen pensar en un colegio del Estado, durante la presidencia de Alfonsín.
Mielcitas: Aberrante líquido denso que se sorbe de un plástico manoseado por cientos de personas. Las hay rojas, verdes y amarillas.
Minitorta o cualquier alfajor triple: Único bocado capaz de ayudar a ciertas conchudas a refrenar sus impulsos de violencia conyugal, familiar y/o social en general.
Naranjú: Frustrante compra de progenitores ante el pedido de helado por parte de su hija de 10 años. Al igual que las milecitas, lleva enormes proporciones de colorante y se sorbe de un plástico manoseado por cientos de personas.
Pastillas Renomé: Pasarán a la historia universal como una línea del tema de Los Twist "Pensé que se trataba de cieguitos"
Refresco: Caramelos deprimentes que suelen habitar las carteras de conchudas muy ancianas. Con ellos, convidan a sus sobrinos nietos.
Caramelos 1/2 hora: amados por una de las conchudas que escribe este blog y vilipendiados con desmedida saña por la otra. La prueba de ello está en la omisión que ahora me encargo de reparar, al agregar a la lista esta delicia de anís. La que los ama los consigue en un reducto mayorista de venta al público ubicado en Once. Un comercio, plagado de tías abuelas que han vagado por distribuidoras hasta dar con el estante más lejano, aún cuando esta golonisería hoy privilegie los chupetines de dragon ball y horrendos mashomellows. Mal que le pese a la joven empleada del local mecionado, los fieles amigos del caramelo del relojito, no somos fáciles de conformar y/ o diasuadir, por lo que nos seguirá viendo, mes a mes, para renovar la caramelera de casa.
martes, 13 de julio de 2010
Las conchudas y el CHAT
una cosa conchuda
nancy: q
yo: "cuando tengo el pelo genial, tengo la piel mal. Y viceversa"
nancy: deprimente
yo: hoy tengo el GRAN pelo
nancy: y acné!
yo: Sí, mientras bamboleo la melena al ritmo de "solatate con Wellapon" mi rostro ostenta barritos por doquier
nancy: yo en cambio tengo frizz pero la cara basatnet decente
yo: acabo de descubrir
nancy: que es la ovulación la q trae granos tb
yo: No, acabo de descubrir que existe la paradoja capilodérmica de la conchuda. Es como un gataflorismo estético o un bovarismo, como quieras
nancy: ya tenemos un post
miércoles, 7 de julio de 2010
La conchuda fálica
Nada, ni nadie, nunca jamás, hará algo por ella. Primero, porque jamás delega, excepto que, por ejemplo, se esté hundiendo en un crucero y deba pedir un salvavidas; aunque es más probable que rompa a patadas la proa y salga sola con fuertes brazadas. La conchuda fálica tiene un molesto lema: “Nada de lo que puedas hacer por vos misma, se lo encargues a otros”. De modo que lleva una vida sumamente intensa en la que sabe hacer de todo y, claro está, siempre tiene la razón. Una conchuda insoportable, pese a que, no nos engañemos, resulte cómodo recostarse de vez en cuando en ella para dejar que decida y opere en nuestra confusa y desorganizada existencia cotidiana. “Dejá que te lavo yo los platos”, dirá en aparente actitud solidaria. Pero, be carefull, nada es gratis en esta vida, y la conchuda nos hará pagar, tarde o temprano, "el favorcito" con intereses. ¿Cómo? Muy simple, haciéndonos notar nuestra propia pereza e ineptitud de modos sutiles, como quien no quiere la cosa. Mellando día a día nuestro inseguro carácter. Nos insistirá: “En serio: dejá que yo los lavo en un minuto” o, “No, lo hago yo, vos quedáte sentada que tenés una carita de cansada. ¿Te viste las ojeras?”.
viernes, 2 de julio de 2010
10 bajezas inconfesables, parte 2
2.- No poder cambiar de canal si el que se encuentra en pantalla es Sergio Dennis haciendo playback de alguno de sus hits.
3.- Hacer regalos de cumpleaños (ropa, libros, lo que sea) especulando con que se nos presten después.
4.- Estar completamente convencida de un complot internacional para que el mundo acabe. En breve.
5.- Sentir una extraña identificación con Coco Sily cuando toquetea minas en el programa de Fantino.
6.- Querer ocultar la falta de lavado capilar apelando a un peinado estrambótico, onda diseñadora de Palermo.
7.- Salir al kiosko a altas horas de la noche en busca de un chocolate de 100 en gramos, con camisón, campera y zapatillas de nuestro marido sobre las pantuflas propias de estampado animal print.
8.- Ser capaz de desayunar cualquier comida fría, si viene con café con leche. Se incluyen vacío a la parrilla y ravioles cuatro quesos.
9.- Eludir sistemáticamente la devolución de un jean a nuestra amiga con excusas que nos llevan a evitar verla.
10.- Herir de muerte los sentimientos de otras personas cuando estamos con síndrome pre-menstrual o tenemos mucho hambre y sueño. Es como una descarga.