Fuma un cigarrillo, lo apaga por la mitad. Para un taxi y, al verlo acerarse, lanza manotazos al aire con el índice extendido, al grito irrisorio de “No, No. No”. Se pasa una hora probándose ropa en un local y abandona la compra en el momento en que la cajera pasa la tarjeta de crédito por la maquinita. Inventa una excusa y sale del negocio. Nunca regresa. No hay mesa de bar que le venga bien, que si la ventana, que si la cercanía con la cocina, que si hay niños alrededor, que aquel gordo me mira con impudicia... Anda embagallada por el bar con la taza de café en la mano, los diarios bajo el brazo y el paso apurado pero muy vacilante a la vez. Va cambiando de mesa, puede llegar a hacerlo hasta 4 veces por tarde.
Si se trata de bodegones o restó, testea la ventilación de restaurantes y se indigna si a pesar de sus previsiones el pelo le queda con olor a fritanga. Ese día ya se lavó la cabeza como todos y lavársela una vez más le presenta un desafío difícil de ganar. Pero, por otro lado, también piensa que deberia hacerse un baño de crema… pero lavarse dos veces la cabeza, no sabe, no, piensa que simplemente no da. Y así, es capaz de cavilar durante medio día.
Si va en su auto, que izquierda o derecha, que por Lavalle o por Perón. Cuando tiene que comprar un regalo para alguna conchuda cumpleañera, recorre las mismas vidrieras decenas de veces, yendo y viniendo por Palermo Viejo, para terminar comprando de apuro una remera lisa en un híper mercado. En el verano nunca sabe bien si playa o sierra, si Uruguay o Brasil, si una quinta en el Gran Buenos Aires, o si dejarse de joder y ahorrar un poco. Con los hombres mantiene una relación tan inestable como el inquietante devenir de su vida. Un día muere por ellos, al siguiente no los soporta y más tarde los pasa a extrañar incluso aunque estén sentados a su lado. Su problema con la toma de decisiones es tan extremo que estuvo 22 meses frecuentando inmobiliarias antes de alquilar su monoambiente de Parque Patricios, un lugar al que desprecia y que asegura haber elegido por "precipitación". Es que, de tanto ir y venir, la conchuda voy o vengo termina pifiándola irremediablemente, presa de sus dudas. Ya lo dijo Dorothy Parker: “Hay cuatro cosas sin las cuales yo hubiera vivido mejor: algunos amores, los chismes, las pecas y las malditas dudas”.
12 comentarios:
muy bueno...
les compuse una oda, me gustaría saber si les gusta, está en mi humilde paginita esperando vuestros comentarios.
Francis!!! seguimos tu "paginita" pero no nos permitió dejar comments las dos veces q lo intentamos. ¿q onda?
Como siempre, existe la conchudísima Seño Voy o vengo que se la pasa haciendo cursos de capacitación, juntando diplomitas pedorros porque siempre duda entre anotarse en una carrera universitaria o seguir frecuentando academias para aprender a enseñar. O va y viene recorriendo su lista de alumnos para elegir escolta y al final entre tanto ir y venir siempre termina eligiedo a Etelvina porque es rubiesita, linda, calladita y viene de una familia bien...
Adela y Nancy, queridísimas y estimadas colegas, amigas y calificadas escribas del universo femenino: No puede ser que no hayan leído la oda sin emocionarse hasta las lágrimas y la estén copiando a este blog como parte de un dossier, o incluso como paratexto debajo del zapatito, para que toda conchuda o boludo que se dé una vuelta por aquí, sepa apreciar ya desde el primer ojeo la sutil pluma del caballero Francis.
He dicho.
Y vos Francis, no seas ingrato y prestales la llave a las damas para que puedan entrar, tomarse un café espresso, tal vez un scotch, pellizcar un cachito del choco en rama, acercarse al fueguito y dejar comentarios.
He dicho.
Besos a los tres.
Muy bueno, como siempre. Me gusta porque todas las conchudas tenemos momentos "voy o vengo". Por otro lado quisiera agregar respecto de la encuesta sobre Calamaro que Calamaro nunca supo bien lo qué decir, ni hoy, ni ayer y, seguramente, ni mañana.
Gracias totales
me quise hacer el cancheromanejablog y puse una formula de control de comentarios que después no sabía como manejar, perdón mis conchudas....
si todo lo hago para ustedes.
ya está el error subsanado.
mi alter ego literario Carrie me llamó por teléfono indignada que no la hubiese mencionado en mi respuesta después de tantos piropos que me puso en este espacio, MEA CULPA
Carrie sos lo más grande de la literatura nacional!
sos divina, linda, sexy, inteligente, seductora, sensual, piola, divertida, buena amiga, gran pluma.
"Linda la oda, lindas las reflexiones pseudofilosóficas (el "pseudo" no es peyorativo, al contrario: si fueran filosóficas a secas, estos sería un embole)y tb son lindas las fotos. Grande Francis, seguiré leyéndote.
Nancy"
ESTO QUISE PONER EN TU FUCKING BLOG FRANCIS Y NO ME DEJÓ. A ADELITA EN CAMBIO SI. INSISTO: ¿COMO ES LA COSA?
no se
Excelenteee!!!!!!! lo dice una conchuda voy o vengo..jajajaj!
besote Roomie!
Sí, Yami, yo tb lo soy...
Publicar un comentario