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lunes, 18 de enero de 2010

La buchona


La única vez que caíste en cana fue por su culpa. No hacía falta decirle al agente lo que tenían en la cartera, ni las iba a revisar. Pero ella es lengua larga, no se pudo contener. Si un tipo te gusta, nunca se lo digas. Es capaz de establecer una relación de pseudo amistad con él para poder frecuentarlo y mandarte al frente. Pero hay que decir que, gracias a ella, te enteraste cada vez que alguno gustaba de vos. Tampoco puede resistir delatar a la que tiene amantes, pero en esos casos tiene la suspicacia de hacer un teje y maneje para que la trampa salga, sola, a la luz. Se lava las manos y goza como loca porque todo se sepa. Es como si sintiera una especie de justiciera de los bajos fondos del quehacer humano. Una súper buchona con las antenitas paradas para detectar la infracción moral y hacerla pública lo antes posible, caiga quien caiga. En el colegio, era imposible copiarse si una se sentaba cerca. De grande, en la oficina, ha llegado a causar despidos con sus dimes y diretes. Un ser execrable, todo lo indica y, sin embargo, lleno de allegados. Nunca está sola. Es que tanto lleva y trae, tanta información maneja, que se ha transformado en una suerte de agencia de noticias unipersonal y capaz de consignar, detalladamente, curros, disfunciones sexuales, estafas, adicciones, costumbres dudosas y amoríos de todo el que no sea ella. Su agenda llena de contactos deja ver que, enterarse de esas cosas, para muchos, hace valer el precio de una amistad indeseable y peligrosa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

este arquetipo, ojo que es re masculino también!

Mai dijo...

es EXCELENTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

y como es la vida privada de la conchuda buchona? es que alguien la ha visto alguna vez?