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domingo, 17 de enero de 2010

La soltera con inquietudes




Sus intereses son tan vastos y variados como los de la Wikipedia. Ocupan su mente día y noche, y también la sacuden y la hacen vibrar. Su inquietud interior necesita calmarse a través de diversas actividades. Por otra parte, su proyección mental sobre, justamente, sus inquietudes y el modo de desarrollarlas lleva implícita cierta distorsión sobre su perfil y posibilidades reales. Esto equivale a que, luego de asistir a un musical, interpelada por la atmósfera del show, fabule una mañana en ante el kiosco de diarios contemplando una foto de sí misma en la tapa del suplemento de espectáculos de Clarín. Ve impreso su rostro, enorme, bajo el título "Nace una estrella". Es que la soltera con inquietudes fantasea mil y una profesiones, aún sabiendo que hubiese sido incapaz de formarse seriamente para alguna de ellas. Gana mucho dinero, eso es en su mente,claro. Internamente, los objetivos a lograr no tienen techo. Pero, en la dura realidad todo el panorama resulta más vago. Sólo logra tener planes y ocupaciones que le den motivación y que la distraigan, sin ponerla en compromisos fatigosos. Le gustaría ser una importante jueza o abogada litigante, pero se limita a hacer un curso de agente inmobiliaria. También ha hecho Computación, Inglés (conversación), Franquicias, Velas y Jabones, Despachante de Aduana y Psicología Social. Porque más allá de sus fantasías y anhelos de fama y reconocimiento, están sus inquietudes. Por encima de todo. Está bien con que haya que mantenerse distraída del vacío del alma, pero tampoco la boludez de quemarse seis años en la UBA. La falta de paz (maldito inconsciente) la asalta en los sueños: extrañas imágenes la agobian, confusos anhelos y miedos condensados la sofocan en su descanso nocturno. No obastante, a la mañana siguiente, el taller literario la espera. Se animará y encontrará fuerzas para vestirse y enfrentar el mundo. Estar sola en su casa no es precisamente lo que más le gusta. Sus intereses, como se dijo, son múltiples: hace cursos de todo tipo, para abandonarlos y cambiarlos por otros. Muchas veces, no llega a hacer público el cambio persistente en el que transcurre su existencia. Las inquietudes de este tipo de mujer son una forma legítima de evasión, en el sentido social y cultural, pero muchos no la comprenden y ella se ve obligada a ocultar todo su devaneo. Se cansó de que la gente le pregunte “¿Qué bicho te anda picando ahora?”, después del consabido e inevitable “¿Conseguiste novio?”. Entonces no son pocos los seminarios y charlas abiertas a los que asiste sin que ninguno lo sepa. Literatura fantástica o Armado gradual de una huerta orgánica –da lo mismo- lo que importa es que, de pensar, de tener conciencia de la soledad con la que nacemos y morimos, zafó. Ella, como le dijo a su analista, ya tiene 38 años, y una noche de placer, le depara cinco días de resaca. Prefiere ir de curso en curso en lugar de entregarse al alcohol, las drogas y las relaciones vacías. Recursos que, en el caso de que todas las inquietudes fracasen, siempre estarán a mano. Como también la chance de cambiar el análisis freudiano por la terapia gestáltica. También por las visualizaciones que le dicen hace un coach personal. Aunque anda pensando en abrir un blog y volcar allí, de una sola y buena vez todas sus inquietudes. El blog inquieto o algo así...

1 comentario:

Unknown dijo...

me gustan las fotos y los titulos.